Frente al Alto Palermo, sobre el Pasaje Anasagasti, hay una casona de 3 pisos que se convirtió en el nuevo bar de moda del barrio: Anasagasti Bar (altura 2067).
Entramos y lo que sería el living de la casa es su planta baja, que estuvo siempre llena de gente, y recientemente inaugurado el primer piso, al que se sube por ascensor únicamente, y prometen que antes de fin de año estará disponible el tercer piso.
En nuestra mesa no paramos de tomar el Bohemian (Smirnoff, torrontés, naranja, maracuyá, hibisco, menta fresca) que es una delicia! otro que nos volvió loca, Alejandrina (Smirnoff, earl grey, almíbar de cardamomo, lima, mandarina y coco tostado).
La carta de comida no es muy amplia pero la variedad para hacer tapeos está muy bien y las porciones rondan desde $120 a $160 (esos precios aplican también para los tragos y en breve ofrecerán tapeo + cocktail a precio promocional).
Pedimos 2 degustaciones de 3 mini-burgers: entre las que podés elegir de cerdo, cordero, langostinos y bacon, pollo, arroz o lentejas. Son increíblemente deliciosas. Además unos bastones de mandioca (genial la presentación) y la hamburguesa de la casa: pan casero, bacon, cheddar, cebolla caramelizada, tomate, lechuga, huevo a la plancha y porción de fritas ($150).
Nos quedó pendiente la degustación de postres.
Nos atendieron unas chicas divinas, con mucha paciencia y buena onda. Para mejorar: la luz, es realmente muy baja y el baño (que es individual) queda muy expuesto en medio de la sala.
La casona es hermosa y mejor ubicada no puede estar.
Trabajan efectivo y VISA solamente.
No cobran servicio de mesa.
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