Son semanas en las que Recoleta se convirtió en nuestro segundo barrio, y entre las callecitas que caminamos descubrimos rincones, edificios, vidrieras, plazoletas y unos escenarios de ensueño (como los jacarandás que decoran cualquier vereda, o las fachadas más antiguas de algunos edificios que se esfuerzan por mantenerlas) que a veces, por pasar tan rápido en otros tiempos, no nos deteníamos a prestarle atención... Así fue que descubrimos este pequeño (y precioso) Almacén (Vicente López 1825), con no más de 6 mesitas donde sentarte a tomar el té o el café con algo dulce, o pasar a buscar tu sandwich para el almuerzo.
El lugar te invita a mirar los estantes, que además de vinos, pastas, dulces, snacks y chocolates, también tiene artesanías (detalles para tu casa, un baúl con mantas y un cesto de peluches tejidos que son un amor) y juegos de té (los mismos que te sirven en la mesa). No pudimos resistirnos a llevarnos unos caramelos de Chimbote (dulce de leche - $6), a probar la torta del día (chocolate con naranja y galletitas óreo), a pedir un budín de frutos rojos (la pinta que tenía, fue tal cual lo que probamos - $20 la porción) y ya que estamos, unos alfajorcitos mini-rogel (que a Juanma le encantaron - $8).
Para mejorar: las chicas que nos atendieron fueron re-amables pero al ser nuevo el lugar desconocían algunas promos para merendar y a la hora de cobrarnos estuvo lento el tema... pero nada que no pueda mejorarse con los días y la práctica ;)
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