El Mundo de Ruiz

A RUIZ lo descubrimos por vivir al lado de La Buenos Aires (una casa de pastelería espectacular), no sólo llamaban la atención esas originales tortas sino que cada título obtenido afuera era motivo de un pasacalles en la esquina de Carabobo y Ramón Falcón.

Esa forma de presentar las tortas se volvió su sello particular.
En mi familia -sus tortas- nos acompañaron en decenas de cumpleaños, Días de la Madre, Año Nuevos y sus bombones para hacer algún lindo regalo.

Hace un tiempo vi que cerca de casa, sobre la calle Terry al 300 abrió una casona que ofrecía ir a tomar el té con sus delicias en miniatura. Allá fuimos el Jueves del Paro Nacional (el rubro gastronómico no paró) y quedé encantada con la propuesta: una casa con sus puertas y ventanas abiertas, para entrar y elegir donde sentarse. Las mesitas de la vereda y del patio siempre estuvieron llenas y de la heladera volaban -literalmente- las porciones de tortas y budines (los croissants con jamon y queso desfilaban a full).

Hay opciones de meriendas para compartir por $320.

Después de la merienda, nos fuimos caminando por Valle hasta Centenera, donde al 500 tiene La Pastelería: un local largo donde el mostrador es el protagonista. Allí se exhiben todas sus tortas, bombones, budines, masas finas/secas, huevos de pascuas, opciones saladas como pizzas, bruschettas, sandwiches o calentitos; y una cálida atención. Para enamorarse!

Nuestro recorrido de Pedro Goyena sigue creciendo; sobre la calle Valle entre Hortiguera y Centenera hay 5 esquinas imperdibles: Café Martínez, Es Ruiz, Le Blé, Nucha y El Podio (las 5 opciones estaban llenas) renovando una zona residencial, que da gusto visitar.

Abajo un mapita de lo que caminamos ayer, quedándonos pendientes por conocer El Restó del Vivero y un almuerzo en Sushiclub (que aunque ya fuimos a cenar 3 veces al de Las cañitas, esta sucursal nos falta visitar).

Que tengan un lindo fin de semana!

(recuerden seguirnos en Instagram y en Facebook)