Si no fuera por ese hombre que viste elegante y te recibe con una sonrisa, mientras te invita a pasar, esa puerta podría ser una casona más de Palermo. Pero no, ahí se esconde un bar llamado 878 (Thames 878).
Tiene una de las mejores barras de la ciudad y el clima del lugar se presta para pasarla bien si o si.
Nosotros nos encontramos para festejar el día del amigo y fuimos pidiendo unos tragos mientras decidíamos qué íbamos a cenar. Cuando llegó mi trago, dije "Wow! en un frasco!". Ya los había visto por internet en la última fiesta de Absolut (les dejo unas fotos al final) y en cuanto lo vi dije: "acá si saben de esto jajaja".
Estaba taaan rico que me tomé 2: era de tequila y maracuyá!
Para cenar pedimos una picadita de mar, albóndigas de cordero y mollejas crocantes: súper, súper rico!
Lo mejor fue, que en un momento, fuimos al baño con mi amiga (¿porqué será esto de ir siempre acompañadas al baño?) y cuando creíamos que estábamos en el final del bar, notamos que otra gran puerta se abría y...voilá! otro salón más, con otra barra y más mesas llenas! ¿dónde estaba toda esa gente?
Cuando nos quisimos dar cuenta el lugar se estaba llenando y ya era hora de abandonar la mesa. La noche recién empezaba... en 878.
Hola York!
ResponderEliminarMuy buena la nota. Gracias por incluirnos en tu blog!
Nos alegra que hayan tenido una linda experiencia, los esperamos para disfrutar muchas más.
Saludos!