Después de cenar en Isabel, nos fuimos al lado, a Casa Cruz (Uriarte 1658) en busca de un postre y otro mocktail.
El lugar nos llamó la atención desde el momento en que pasamos por la puerta: súper imponente!
Cuando entramos nos sentimos como en el lobby de un Hotel de alta categoría: alfombras, flores, iluminación y ambientación de calidad.
Realmente debe ser uno de los salones más lindos que tiene la zona de Palermo (para tomar algo en las mesitas de adelante o cenar junto a la mega-vinoteca en la parte posterior).
Los mocktails (tragos sin alcohol) que nos pedimos fue uno como si fuera un mojito con frutos rojos y otro al estilo caipirinha también de frutos rojos (ambos sin alcohol), pero no fueron de nuestro agrado. El mojito se pudo tomar pero el otro estaba pasado de lima (o algo que lo dejaba muy agrio). Vinieron amablemente a cambiarlo pero se equivocaron y lo trajeron con alcohol. Enseguida vimos que estaban preparando un tercer trago pero cuando lo trajeron a la mesa mi amiga ya estaba un poco frustrada y pidió que se lleven todos los tragos, que su intención no era degustar todo lo que le traían.
Eso y el tamaño del postre nos tiró un poco abajo tan bello lugar.
De todas maneras, se presume por las páginas de internet que se come muy bien pero que a veces la demora suele ser extensa y los precios muy altos.
Súper vinoteca:
El baño con sillones compartidos:
Detalle: los tragos que le prepararon a mi amiga, no fueron cobrados. Ninguno.
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