El Sábado hicimos reserva en Isabel y allá fuimos a conocer que hay detrás de la misteriosa puerta sin nombre sobre la calle Uriarte.
El lugar nos pareció súper elegante, al estilo Pony Line.
La barra ilumina todo el salón, bajo en luces, donde se puede cenar y degustar ricos tragos.
Pedimos unos mocktails de naranja, ananá y maracuyá.
Y de comer: mi amiga pidió fideos soba salteados con vegetales, yo pedí sushi vegetariano y además compartimos una ensalada de cherries, parmesano, ave, rúcula, almendras y arroz.
Me quedé enamorada de este baño,
con luces y espejos jugando a perderte.
con luces y espejos jugando a perderte.
Al final del pasillo hay un patiecito que en ésta época enciende su fogata y en verano es perfecto para tomar algo de pie y al aire libre.
Las chicas que nos atendieron fueron muy atentas en recibirnos y en asistirnos mientras estuvimos allí.
No puedo decir lo mismo del personal de afuera, que siendo hombres, ni se molestaron en abrirnos la puerta (ni cuando llegamos, ni cuando nos fuimos).
El lugar, ideal para ir a tomar algo en grupo y lucirse!
Detalle: Nos hicieron un 20% de descuento por ser la segunda mesa en cenar esa noche.
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