Aprovechamos uno de esos cupones (con precios especiales) que se adquieren por internet, y nos fuimos a pasar un día y una noche al Hotel Pestana (Carlos Pellegrini 877).
Disfrutamos toda la tarde del Sábado en la piscina, el sauna y el jacuzzi (además había un gym y spa para masajes) que realmente nos enamoró. Entrás ahí y sentís que todo el cansancio de la semana te cae encima... una especie de exorcismo que hace el cuerpo hasta salir súper relajado con ganas de un descanso reparador en la habitación hasta que sea la hora de cenar.
La noche llegó y comimos en el hotel (la lluvia no ayudaba a que saliéramos de allí y tampoco queríamos!). Lasagna de ricota y nuez para mí, lomito arrollado con puré para él.
Probamos por primera vez una creme brulée (con corazón de chocolate amargo).
Después nos acercamos a la barra del lobby y nos pedimos un Martini (con gin y muchas aceitunas) para ir cerrando la noche.
Tuvimos nuestro desayuno de Domingo y no quedó otra que volver a casa..
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*LAS GIRAS DE YORK*
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