Último día en el paraíso.
Desayuno, pileta y kayak por última vez.
Cada vez que dejábamos la habitación (que era casi un departamento de lo grande) venían a retocarla, limpiarla, para que cada vez que nos ausentemos (aunque sean 10 minutos), al volver, la encontráramos impecable!
Me llamaban "Madamme" todo el tiempo, creo que hasta llegué a creérmelo jaja
Les dejo las fotos del recorrido en bici que ayer no entraron, y de algunos de nuestros desayunos y meriendas.
En el lobby del hotel te asesoran de todas las actividades que se pueden hacer en Sofitel, a nosotros no nos alcanzó el tiempo para hacer tooodo.
No nos queríamos ir... y yo quería llorar. una vez que entregamos la habitación, nos ofrecieron guardarnos las valijas para poder disfrutar un poco más de las instalaciones.
Prometimos volver, para visitar a Horacio y porque la experiencia de haber estado allí, fue realmente inolvidable!
El circuito en bici:
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