Esta vez, no fue descubrimiento mío, sino de mi novio, que un día saliendo de la facultad terminó tomando una cerveza aquí y desde entonces se volvió un cliente fiel. Este, es SU lugar. Y siempre está llevando a amigos para que lo disfruten tanto como él.
Atendido por su dueño, aquí se pueden degustar de las cervezas más ricas y en las cantidades que quieran, entre ellas rubia, negra, colorada, artesanales argentinas y de distintos lugares del mundo (no hay carta de vinos ni de cocktails, solamente fernet fuera de la cerveza).
Con respecto al menú, toda la cocina es alemana, no esperen pizzas o papas fritas. La mayoría de los platos incluyen chucrut (condimento alemán hecho a base de hojas de repollo que se dejan fermentar en salmuera). Platos típicos, desde salchichas alemanas a platos más elaborados como bondiola ahumada con puré de manzana. Hay picadas muy variadas, desde una individual hasta 4 personas (pedimos la de 4 y se divide en 2 fotos).
No tiene desperdicio la mostaza que allí elaboran, con miel y granos a la antigua.
Los vasos para beber pueden ser los clásicos chopps de 250ml, de 1 lt, o la bota de 2lt (todos los encuentran en las fotos de abajo).
El lugar fue creciendo de boca en boca y ya les queda chico, asi que conviene ir temprano o sentarse en la barra a esperar que se libere alguna mesa.
Todo está decorado con barriles de cervezas de distintas marcas, botellitas de todo el mundo, cientos de posa vasos, bandejas, banderines, cuadros y posters de publicidades. También gorritos divertidos para las fotos.
Es un mundo aparte para los amantes cerveceros.
Un tiempito después, lo llevamos a mi Papá, amante cervecero y coleccionista mundial. Quedó fascinado con el lugar, sobretodo con la decoración, que es muy parecida al quincho mi casa del sur.
No parece en Buenos Aires!
ResponderEliminarViste? Muy bueno para ir!
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